miércoles, 26 de enero de 2011

sábado, 22 de enero de 2011

vikingos

Creo en la teoría mágico-científica-romántica de la memoria celular. Algo así como que nuestras células guardan el secreto de todo lo que nos ha pasado durante nuestra vida, incluso la herencia de nuestros antepasados más remotos y eso nos condiciona irremediablemente inclinando nuestros gustos, manías, costumbres y deseos hacia un determinado lugar. Más o menos.
Me lleva a pensar que no somos libres del todo ya que estamos marcados y programados de una determinada forma; pero me parece una idea preciosa y me imagino a las células viejecitas de mi cuerpo contando al oido de las recién creadas los secretos más oscuros y antiguos.
Últimamente mis células me llevan por un mismo camino, no busco, me encuentran y me sorprendo dando vueltas hasta llegar al mismo lugar.
Un día tenía con alguien una discusión bastante simple; yo aseguraba que soy vikinga y el otro me daba una contundente razón para sacarme del error: no puedes ser vikinga, no tienes gorro con cuernos. Y qué? mi memoria celular dice que me gusta llevar los calcetines que me teje mi madre, que las patatas fritas hay que comérselas con los dedos y luego chupárselos,que me gusta ver salir el sol,que me gusta cerrar los ojos y olerme el pelo, que me encanta el silencio, que me pierden los hombres con traje y subidos en una bici y que por supuesto soy vikinga.


miércoles, 19 de enero de 2011

me inspira...

hundreds

Dalton Ghetti

Siento debilidad por los lápices de colores, me gustan nuevos,con la punta afilada y sin estrenar; me encantan usados, medio gastados, mordisqueados y sin punta.


Mr. Scott Shumann

Virgencita, si un día me encuentro con el Sr. Shumann que no vaya vestida con chandal y la cara con la que hoy me he levantado.



domingo, 16 de enero de 2011

vuela vuela

Me pregunto que nos lleva a crear un blog.Que oscura fantasía exibicionista nos hace caer en esta práctica.La necesidad de que alguien conocido o desconocido se interese por nuestra sencilla vida,dejar huella antes que el olvido se apodere de nosotros.
Los nombres escritos en un árbol junto a una fecha, en una pared o en la puerta de un lavabo te unen durante un momento a esa persona anónima y a su deseo de revelarse ante el destino de pasar y de irse.
Soy yo una de esas personas? es esta mi puerta, mi árbol, mi pared?